Páginas

lunes, 8 de septiembre de 2014

Guardini y el Pontificado (I). Preocupación por el hombre

Nos propusimos al inicio del verano profundizar en las reflexiones que sobre la Iglesia hace Romano Guardini en su obra. Contemporáneamente a las entradas que dediquemos a ello, he considerado conveniente publicar algunas reflexiones del Prof. Carlos Alberto Sampedro Gaviria (Universidad Pontificia Bolivaria - Colombia) acerca de la relación de Guardini con el Pontificado. Con estas entradas damos inicio a algo que desde hacía tiempo quería llevar a cabo en este blog: las colaboraciones externas. El trabajo del profesor Sampedro está dividido en tres secciones: una primera parte introductoria que hoy publicamos; una segunda parte donde comenta a veces a grandes rasgos y en otros momentos con cierto detenimiento, la relación de Guardini con los pontífices desde Pío XII hasta el Benedicto XVI. Esto daría materia para un libro, pensarán algunos, por ello lo que aparecerá en el blog será más bien un esquema muy sugerente y novedoso de ideas que podrían ser desarrolladas posteriormente en otros trabajos científicow. Esperemos que el autor disponga algún día del tiempo y los medios para hacerlo; en la tercera parte el  Prof. Carlos Alberto Sampedro se detiene en la relación de Guardini con el Papa Francisco. Quisiera agradecer  vivamente al Prof. Carlos Alberto Sampedro su colaboración en este blog.

Preocupación por el hombre

La sensibilidad por los signos de los tiempos es un rasgo característico de los vicarios de Cristo. Especialmente aquellos que guiaron la iglesia durante los últimos 100 años han atestiguado una vorágine de positivos y también contraproducentes cambios, que se sucedían y suceden cada vez con mayor velocidad: Una industrialización secularizante, crecimiento de la concentración urbana, guerras mundiales y sus consecuentes crisis, tensiones por ideologías contradictorias, la revolución sexual y deconstrucción de la familia, invierno demográfico e inversión de la pirámide poblacional, la revolución tecnológica e informática, incremento del capital y de la brecha entre ricos y pobres, crisis económicas, nuevas religiosidades orientalistas e indigenistas, surgimiento de una política internacional basada en los derechos humanos, persecución de la libertad religiosa, entre otros.

Esta velocidad y la dirección en la que se producen los cambios dejan la sensación de un vértigo que alcanza a desestabilizar  las raíces mismas de la condición humana. En esa línea, San Juan Pablo II (1979), al inaugurar Puebla afirmaba:

Juan Pablo II
"Quizás una de las más vistosas debilidades de la civilización actual esté en una inadecuada visión del hombre. La nuestra es, sin duda, la época en que más se ha escrito y hablado sobre el hombre, la época de los humanismos y del antropocentrismo. Sin embargo, paradójicamente, es también la época de las hondas angustias del hombre respecto de su identidad y destino, del rebajamiento del hombre a niveles antes insospechados, época de valores humanos conculcados como jamás lo fueron antes."


Esta denuncia, pone sobre la mesa la preocupación central de estos pontificados. Se trata de la preocupación por el hombre. Es la misma que se encuentra en la obra de Romano Guardini y se constituye en un punto clave de conexión con los sucesores de Pedro, y en punto de partida para poner su obra al servicio de la Iglesia. De hecho, en pleno inicio de la década de los 60´s, publica una compilación de ensayos con el título Sorge um dem Menschen (Preocupación por el hombre), dedicada a analizar la cultura occidental de las últimas décadas y en ella señala que su crítica “no está orientada por puntos de vista puramente filosófico-culturales, sino por una preocupación por el hombre, que nunca ha estado tan inmediatamente en peligro como hoy” (Guardini, 1965, p. 13). 


Pío XII
Es así, que desde Pio XII hasta Francisco, todos los Pontífices han tenido algo que ver con el pensamiento y las obras de Romano Guardini, bien sea porque se han nutrido de la lectura de sus números títulos, han contado con su consejo o han recibido directamente sus enseñanzas. Estos Pontífices y a través de ellos, la Iglesia, ven en este hombre una de las figuras determinantes del pensamiento católico de los últimos tiempos. Por una parte, su labor pastoral enfocada a la docencia universitaria y la animación juvenil, y por otra su rol como intérprete de la fe, la iglesia y la cultura, se armonizaron con una fecundidad tal que no es de extrañar que a la postre, termine considerado como un clásico del pensamiento cristiano.

Esta sintonía entre la línea antropológica de los Pontificados y del pensamiento guardiniano, pone sobre la mesa una verdad olvidada: el auténtico pensamiento católico, es eclesial. No se trata tanto de una ortodoxia como de una comunión sustentada en el Espíritu Santo, que anima la vida de la Iglesia.

En otras dos entradas se hará una pequeña presentación de la relación entre Guardini y el Pontificado.

Prof. Carlos Alberto Sampedro Gaviria

Referencias 

Juan Pablo II (1979). Discurso del santo padre Juan Pablo II en la inauguración de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. En
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/1979/january/documents/hf_jp-ii_spe_19790128_messico-puebla-episc-latam_sp.html
  
Guardini, R. (1965). Preocupación por el hombre. Madrid: Guadarrama



No hay comentarios:

Publicar un comentario