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lunes, 1 de octubre de 2012

Misión de la Universidad en Guardini I

Publicamos hace unos meses una breve reseña sobre el libro Tres escritos sobre la universidad. Al inicio de este curso académico he propuesto su lectura a mis alumnos de 1º de Derecho y Ciencias Políticas. El volumen contiene tres ensayos acerca de la universidad. He pedido en clase que se lea el segundo, es decir, el titulado La responsabilidad del estudiante para con la cultura. El texto es una conferencia que impartió Romano Guardini en un congreso de estudiantes universitarios el 3 de mayo de 1954.

Campus de la Universidad CEU Cardenal Herrera

La primera parte del escrito está dedicada a responder a la cuestión  ¿qué busca quien viene a la universidad? y lleva por título la tarea del conocimiento. Propone Guardini hasta cuatro modos distintos de responder a este interrogante. El primero de ellos dice así: "La etapa de la universidad  constituye por lo general el trecho vital entre la escuela y la profesión. Ciertamente exisge disciplina y rendimeinto, pero a la vez tiene el carácter de una libertad peculiar. La escuela, con sus coerciones, ha pasado; la profesión, con su rigor inexorable, no es todavía. Así se abre una posibilidad de encontrarse con cosas, personas, ideas a partir de un impulso interior" (Tres escritos sobre la unviersidad, EUNSA,  Pamplona, 2012, 28). La negrilla es mía. Esta respuesta viene condicionada por la edad a la que se accede a la universidad, la juventud. Etapa ascendente caracterizada por la libertad, que hay que aprender a gestionar, por la fuerza ascendente de la vida y la potencialidad de encontrarse con multitud de personas, de ideas, de cosas. Por lo tanto, la universidad se convierte en el marco adecuado para el descubrimiento de la vida humana y todo lo que ésta conlleva.

Responde también Guardini que la Universidad es el lugar donde uno se prepara para el ejercicio de lo que será su profesión. A la hora de ejercer esta misión nuestro autor señala que la universidad en sus programas formativos "(...) debería contener, por tanto, la idea viva de lo que es un maestro, un hombre de derecho, un ingeniero ..., o sea, cómo se hallan en el conjunto de la vida y partir de que ethos han de desempeñar su trabajo" (Tres escritos sobre la unviersidad, 31). Vuelve Guardini a la forma o figura, es decir, a la "Gestalt" o imagen que se debe tener presente a la hora de organizar unos estudios profesionales. Antes que nada ¿qué es un médico y qué tarea ética está llamado a desempeñar en la sociedad? Los programas de estudios deben poseer un orden y estructura, pero deben ser estructuras dinámicas, deben estar abiertos y nunca cerrados pues la figura que quieren engendrar es una forma viva. El reto está en transformar el saber en una forma viva profesional. Esto no es fácil.

Una tercera respuesta a nuestra cuestión es la investigación. Dado el carácter libre de la investigación que busca saber sin necesariamente un posterior aplicación técnica, puede entrar en conflicto con el anterior fin de la universidad: la preparación profesional: "Por tanto, es absolutamente inevitable que la voluntad de investigar entre en conflicto con aquel esfuerzo de conocimento que conduce a la profesión" (Tres escritos sobre la unversidad, 32). Sin embargo, Guardini sabe resolver, a partir de su teoría del contraste, aunque no lo diga explícitamente, esta aprente contradicción. "Pero por otro lado vemos también que el saber profesional presupone a su vez el impulso de la investigación. Si en la esfera de una ciencia disminuyera la voluntad del investigador, el saber profesional se agarrotaría y ser convertiría en una cuestión de transmisión esquemática" (Tres escritos sobre la unversidad, 33).

En cuarto lugar y por último la unverisidad se busca la verdad. "Tan pronto como la verdad deja de estar como norma en la conciencia de la unviersidad, ésta se pone enferma" (Tres escritos sobre la unviersidad, 34). Guardini cita a Platón repetidamente en estas páginas dedicadas a la verdad para indicar que no nos encontramos simplemente ante la verdad científica (en el ensayo habla de corrección) sino la verdad en sentido filosófico, es decir, aquella que descubre el sentido de las cosas manifiestando su esencia. A partir de ella, aparece una tarea importantísima: "Aquí se pone de manfiesto una tarea que reclama mayor atención de la que habitualmente se le presta, a saber. Una fundamentación filosófica de las ciencias particulares (de la ciencia del lenguaje, del derecho, de la salud y la enfermedad, de la educación, etc.). Y esto con la intención de proporcionar a la especialidad correspondiente, así como al trabajo profesional que se basa en ella, la fundamentación de sentido que necesita, si es que ha de comprenderse correctamente y poder insertar su función en el todo de la cultura" (Tres escritos sobre la unviersidad, 37).

Cada una de estas funciones de la universidad están ordenadas en el orden expuesto, es decir, la investigación no es posible sin la fuerza de la verdad, y la profesión sin la ayuda conveniente de la investigación, y la profesión ordena de manera ética el impulso ascendente y vital que procede de la juventud. "Así, en lo que hacemos en la universidad se muestran estratos de sentido distintos pero ordenados unos a otros" (Tres escritos sobre la unviersidad, 39).

El ensayo La responsabilidad del estudiante para con la cultura tiene dos secciones más: Examen de conciencia y La responsabilidad de mayor. Espero comentarlas próximamente.

2 comentarios:

  1. Ya me contarás qué tal funciona con los alumnos... ¡gran síntesis! Un abrazo.

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  2. Querido Álvaro, creo que el escrito de Guardini al que me refiero es excepcional. Vale la pena leerlo. Ya te contaré como funciona. Un abrazo, Rafa

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